- Localizar un roble e identificar bellotas que han caído al suelo.
- Seleccione bellotas grandes, llenas y sin agujeros, grietas ni signos de moho.
Paso 2:quitar la cáscara
- Coloca las bellotas en un colador y enjuágalas con agua corriente para eliminar la suciedad.
- Utilice los dedos o un cascanueces para quitar la cáscara o cúpula exterior.
Paso 3:Eliminar los taninos
- Las bellotas contienen taninos, que pueden hacerlas amargas y desagradables. Para eliminar los taninos, es necesario lixiviarlos mediante un proceso llamado lixiviación.
- Coloca las bellotas peladas en un bol u olla grande y cúbrelas con agua.
- Hierva el agua, luego reduzca el fuego a bajo y cocine a fuego lento las bellotas durante unos 10-15 minutos, o hasta que el agua adquiera un color marrón oscuro.
- Escurrir el agua y desecharla.
- Repetir este proceso de hervir y escurrir el agua 3-4 veces hasta que el agua quede relativamente clara.
Paso 4:Secar las Bellotas
- Tras la lixiviación final, escurrir las bellotas y extenderlas sobre un paño de cocina limpio para que se sequen.
- Déjalas secar al aire durante varias horas o toda la noche, hasta que estén completamente secas.
Paso 5:Usar o almacenar las bellotas
- Una vez secas, puedes utilizar las bellotas en diversas recetas o guardarlas para usarlas en el futuro.
- Las bellotas se pueden moler hasta convertirlas en harina, tostarse y comerse como refrigerio, o usarse como ingrediente en sopas, guisos u otros platos.
- Para conservar las bellotas, colócalas en un recipiente hermético y mantenlas en un lugar fresco y seco. Se conservarán durante varios meses.
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