1. Clasifique y limpie los champiñones:deseche los champiñones estropeados o dañados. Quite suavemente la suciedad o los residuos con un cepillo suave.
2. Recortar los champiñones:quitarles los tallos y las imperfecciones.
3. Blanquear los champiñones (opcional):Blanquear ayuda a conservar el color, la textura y el sabor de los champiñones. Ponga a hervir una olla grande con agua. Agrega los champiñones y escaldalos durante 2-3 minutos, o hasta que estén tiernos. Escurrir los champiñones inmediatamente y enfriarlos en un baño de agua helada para detener el proceso de cocción. Escurre los champiñones nuevamente y sécalos con toallas de papel.
4. Congela los champiñones:Extiende los champiñones en una bandeja para hornear y colócalos en el congelador. Congela por al menos 24 horas, o hasta que estén sólidos.
5. Transfiera los champiñones a una bolsa para congelador:Una vez que los champiñones estén congelados, transfiéralos a una bolsa para congelador. Presione el exceso de aire y selle la bolsa. Etiqueta la bolsa con la fecha y el contenido.
6. Guarde los champiñones en el congelador:Los champiñones congelados se pueden almacenar en el congelador hasta por 1 año.
Consejos para congelar hongos:
- Utilice champiñones frescos y de alta calidad para obtener mejores resultados.
- Blanquea los champiñones antes de congelarlos para ayudar a conservar su color, textura y sabor.
- Congelar las setas en una sola capa para evitar que se peguen entre sí.
- Etiqueta la bolsa del congelador con la fecha y el contenido para que sepas qué es y cuándo se congeló.
- Los champiñones congelados se pueden utilizar en sopas, guisos, salsas y otros platos. También se pueden descongelar y cocinar como guarnición.
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