Ingredientes:
- 2 libras (unos 900 gramos) de tomates maduros
- 1/4 taza (60 ml) de aceite de oliva virgen extra
- 2-3 dientes de ajo picados
- 1/2 taza (125 ml) de vino blanco seco (opcional)
- 1 cucharadita de orégano seco
- 1 cucharadita de albahaca seca
- Sal y pimienta al gusto
Instrucciones:
1. Preparación:
- Lavar y secar los tomates frescos.
2. Blanquear los tomates:
- Pon a hervir agua en una olla grande.
- Una vez que hierva, deja caer con cuidado los tomates en el agua caliente durante unos 30 segundos.
- Esto ayudará a soltar la piel del tomate.
- Retirar los tomates del agua hirviendo y pasarlos a un colador para que se enfríen un poco.
3. Quitar la piel y las semillas:
- Una vez que los tomates estén lo suficientemente fríos para manipularlos, quítales la piel.
- Cortar los tomates por la mitad y quitarles las semillas y la pulpa restante.
- Picar los tomates pelados en trozos pequeños o en cubos.
4. Saltear el Ajo:
- Calienta el aceite de oliva en una cacerola a fuego medio-bajo.
- Agrega el ajo picado y saltea por un minuto o hasta que esté fragante.
5. Agregar los tomates:
- Añade los tomates picados a la cacerola y cocina durante unos 10 minutos, revolviendo de vez en cuando.
- Esto permite que los tomates se descompongan y suelten sus sabores.
6. Agregar vino y hierbas:
- Si se desea añadir el vino blanco seco y dejar reducir a la mitad. (Este paso agrega una capa adicional de sabor a la salsa, pero puedes omitirlo si prefieres una salsa sin alcohol).
- Agrega el orégano seco y la albahaca a la cacerola.
7. Cocina a fuego lento:
- Lleva la salsa a fuego lento y déjala cocinar durante unos 30 minutos, o hasta que espese hasta alcanzar la consistencia deseada.
- Remueve la salsa de vez en cuando para evitar que se pegue.
8. Condimento:
- Prueba la salsa y ajusta el condimento con sal y pimienta a tu gusto.
9. Servir:
- Una vez que la salsa haya alcanzado el sabor y consistencia deseados, estará lista para servir.
- La salsa marinara se usa tradicionalmente con pasta, pero también se puede combinar con pizza, sándwiches o como salsa para acompañar pan.
Recuerda, lo bueno de las salsas caseras es que puedes personalizar los sabores a tu gusto. Siéntase libre de experimentar con las proporciones de los ingredientes y agregar o ajustar hierbas y condimentos según sus preferencias personales de gusto. ¡Disfruta de tu deliciosa salsa marinara casera hecha con tomates frescos!
Source:https://hogar.98905.com/plants-flowers-herbs/growing-tomatoes/1008134861.html