El secado es un método sencillo y eficaz para conservar la menta y la hierbabuena. Las hojas secas se pueden utilizar en tés, platos culinarios y artesanías. Para secar menta, sigue estos pasos:
1. Cosecha la menta
- Elija plantas de menta saludables, libres de pesticidas y que apenas estén comenzando a florecer. Corta los tallos a unas 6 pulgadas de la base.
-Enjuague las hojas de menta suavemente con agua fría para eliminar la suciedad o los residuos. Sacuda el exceso de agua.
-Si quieres acelerar el proceso de secado, puedes blanquear las hojas de menta sumergiéndolas en agua hirviendo durante unos 30 segundos. Este paso ayuda a prevenir la pérdida de color y preserva los nutrientes.
2. Organizar la menta
- Extienda las hojas de menta en una sola capa sobre una rejilla para secar o una bandeja para hornear forrada con papel pergamino. Asegúrate de que las hojas no se toquen entre sí.
- Coloque la rejilla de secado en un lugar cálido, seco y bien ventilado, lejos de la luz solar directa. Las buenas opciones incluyen un alféizar soleado, un porche cubierto o un deshidratador.
3. Secar la menta
- Deje que las hojas de menta se sequen por completo, lo que puede tardar desde varios días hasta algunas semanas, dependiendo de la temperatura y la humedad.
- Revisa las hojas de vez en cuando y dales la vuelta para asegurar un secado uniforme.
- Las hojas están listas cuando están quebradizas y se desmoronan fácilmente al tocarlas.
4. Guarda la menta seca
- Una vez que las hojas de menta estén secas, guárdalas en recipientes herméticos en un lugar fresco y seco, lejos de la luz directa. La menta adecuadamente seca se puede almacenar hasta por un año.
Cuando use menta seca, desmenuce las hojas o muélalas hasta convertirlas en polvo usando un mortero o un molinillo de especias. Pruebe siempre las hierbas secas para asegurarse de que hayan conservado su sabor.
Menta Deshidratante y Hierbabuena
La deshidratación es otra forma eficaz de conservar la menta. La deshidratación implica eliminar la humedad de las hojas mediante una máquina deshidratadora, lo que acelera el proceso de secado y garantiza resultados consistentes.
Para deshidratar la menta, sigue estos pasos:
1. Prepara la menta
- Enjuague las hojas de menta suavemente con agua fría para eliminar la suciedad o los residuos. Sacuda el exceso de agua.
- Si lo deseas, blanquea las hojas de menta sumergiéndolas en agua hirviendo durante unos 30 segundos para ayudar a conservar el color y los nutrientes. Enfriarlos inmediatamente en agua con hielo.
2. Organizar la menta
- Extiende las hojas de menta en una sola capa sobre las bandejas del deshidratador. Asegúrate de que las hojas no se toquen entre sí.
3. Deshidratar la menta
- Configure el deshidratador a la temperatura adecuada (generalmente entre 95 °F y 115 °F) y enciéndalo.
- Deshidratar las hojas de menta hasta que estén crujientes y se desmenucen fácilmente. Esto puede tardar desde varias horas hasta algunos días, dependiendo del grosor de las hojas y de la temperatura del deshidratador.
4. Guarda la menta deshidratada
- Una vez que las hojas de menta estén completamente deshidratadas, guárdalas en recipientes herméticos en un lugar fresco, seco y alejado de la luz directa. La menta deshidratada se puede almacenar hasta por 2 años.
Cuando uses menta deshidratada, tritura o desmenuza las hojas y úsalas en tus recetas favoritas. La menta deshidratada se puede rehidratar dejándola en remojo en agua caliente durante unos minutos.
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