1. Elija un sitio para plantar:
- Las calabazas japonesas requieren pleno sol para un crecimiento óptimo.
- El suelo debe estar bien drenado, fértil y tener un pH entre 6,0 y 6,8.
- Si el suelo no drena bien, considere plantar en camas elevadas o contenedores.
2. Preparando el suelo:
- Prepare la tierra labrándola hasta una profundidad de unos 30 cm (12 pulgadas).
- Mezclar con compost o estiércol bien descompuesto para mejorar la fertilidad y el drenaje del suelo.
- Fertilice el suelo con un fertilizante balanceado según las instrucciones del paquete.
3. Plantar semillas de calabaza:
- La siembra directa es el método más común para plantar calabazas japonesas.
- Siembre las semillas desde finales de primavera hasta principios de verano después de la fecha de la última helada de primavera.
- Planta las semillas a aproximadamente 2,5 cm (1 pulgada) de profundidad y sepáralas a una distancia de 0,9 a 1,2 m (3 a 4 pies).
- Regar abundantemente las semillas después de plantarlas.
4. Riego:
- Mantenga la tierra constantemente húmeda pero no encharcada.
- Regar las plantas con regularidad, especialmente durante el tiempo cálido y seco.
- Evite regar las hojas para prevenir enfermedades fúngicas.
5. Fertilizando:
- Fertilice las plantas cada pocas semanas con un fertilizante equilibrado.
- Siga las instrucciones del paquete del fertilizante para conocer la dosis recomendada.
6. Control de plagas y enfermedades:
- Controle las plantas para detectar plagas y enfermedades comunes como pulgones, ácaros, mildiú polvoriento y manchas foliares por hongos.
- Tomar las medidas necesarias para controlar o eliminar estos problemas.
7. Cosecha:
- Las calabazas japonesas están listas para cosecharse en otoño, cuando la cáscara está dura y el tallo se vuelve marrón y seco.
- Cortar las calabazas de la rama con un cuchillo afilado, dejando unos centímetros de tallo adheridos.
- Deje que las calabazas se curen en un lugar cálido y seco durante algunas semanas antes de guardarlas en un lugar fresco y oscuro.
8. Almacenamiento:
- Las calabazas japonesas debidamente curadas se pueden conservar durante varios meses en un lugar fresco y seco.
- Revise las calabazas con regularidad para detectar signos de deterioro o daño.
Con el cuidado y manejo adecuados, podrás cultivar calabazas japonesas con éxito en tu jardín y disfrutar de sus deliciosos y nutritivos frutos.
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