Las vainas de guisantes son una verdura deliciosa y nutritiva que se puede disfrutar durante todo el año. Congelarlos es una excelente manera de conservarlos para que puedas tenerlos a mano cuando los desees.
Estos son los pasos para congelar las vainas de guisantes:
1. Lava bien las vainas de guisantes. Retire los tallos, hojas o flores.
2. Blanquear las vainas de guisantes. Esto ayuda a preservar su color y nutrientes. Para blanquear las vainas de guisantes, hierva una olla con agua. Agrega las vainas de guisantes y cocina durante 2-3 minutos. Escurre las vainas de guisantes y colócalas inmediatamente en un recipiente con agua helada para detener el proceso de cocción.
3. Escurrir las vainas de guisantes. Una vez que las vainas de guisantes estén frías, escúrrelas bien.
4. Extienda las vainas de los guisantes en una bandeja para hornear. Coloque la bandeja para hornear en el congelador y congele las vainas de guisantes durante 1 a 2 horas.
5. Transfiera las vainas de guisantes a una bolsa para congelar. Una vez que las vainas de guisantes estén congeladas, transfiéralas a una bolsa para congelador. Sella la bolsa y guarda las vainas de guisantes en el congelador hasta por 1 año.
Para usar vainas de guisantes congeladas, simplemente sácalas del congelador y déjalas descongelar a temperatura ambiente durante unos minutos. Luego puedes cocinarlos como quieras. Las vainas de guisantes congeladas se pueden utilizar en sopas, guisos, salteados y más. Son una forma versátil y deliciosa de agregar algunos nutrientes adicionales a tus comidas.
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