2. Hornea a ciegas tu corteza. Para ello, precalienta tu horno a la temperatura especificada en tu receta. Coloque un trozo de papel pergamino o papel de aluminio sobre el fondo de la base de la tarta y rellénelo con pesas para tarta o frijoles secos. Hornee la base durante unos 15 minutos, o hasta que los bordes estén dorados y el fondo firme. Retire el papel pergamino o papel de aluminio y las pesas y continúe horneando por otros 5 minutos, o hasta que la corteza esté completamente seca. Asegúrate de dejarlo enfriar por completo antes de continuar con tu receta.
3. Utilice una combinación de azúcar y harina en la base. Usar harina en la base de la tarta ayudará a absorber el exceso de humedad. Intente usar una mezcla de 1/2 taza de harina para todo uso y 1/2 taza de azúcar en su próxima receta de masa para pastel.
4. Evite llenar demasiado la base del pastel. Cuando llenes la base del pastel, deja aproximadamente 1/2 pulgada de espacio alrededor del borde de la base. Esto ayudará a evitar que el relleno burbujee y se filtre en la corteza.
5. Hornea el pastel a la temperatura correcta. La temperatura del horno es fundamental para evitar que la masa de pastel quede empapada. La mayoría de los pasteles de calabaza se hornean a 350 grados Fahrenheit. Si el horno está demasiado caliente, la corteza se cocinará demasiado rápido y el relleno no tendrá tiempo de fraguar. Si el horno está demasiado frío, la corteza no se cocinará correctamente y el relleno quedará líquido.
6. Deja que el pastel se enfríe por completo antes de cortarlo. Esto permitirá que el relleno se endurezca y la corteza se endurezca. Si cortas el pastel en rebanadas demasiado pronto, el relleno puede filtrarse y empapar la corteza.
Source:https://hogar.98905.com/home-design-decor/faux-finishing/1008136414.html