1. Reúna sus suministros. Necesitarás:
* Almejas frescas
*Un colador
* Un tazón grande
*Agua salada (preparada mezclando 1 cucharada de sal por galón de agua)
* Un cepillo para fregar
* Un cuchillo afilado
2. Inspecciona las almejas. Deseche las almejas que estén rotas o que tengan la concha abierta.
3. Enjuague las almejas. Coloque las almejas en un colador y enjuáguelas con agua fría para eliminar la arena suelta o los restos.
4. Remojar las almejas. Coloca las almejas en un recipiente grande lleno de agua con sal. Déjalos en remojo durante 30 minutos a 1 hora. Esto ayudará a eliminar cualquier resto de arena o arenilla de las almejas.
5. Frote las almejas. Después de que las almejas se hayan remojado, frótelas con un cepillo para eliminar la suciedad o los residuos restantes. Preste especial atención a las carcasas y las bisagras.
6. Vuelve a enjuagar las almejas. Enjuague las almejas con agua fría para eliminar los restos de agua salada.
7. Pela las almejas. Para pelar una almeja, sosténgala con una mano e inserte la punta de un cuchillo afilado en la bisagra del caparazón. Gira el cuchillo para abrir la cáscara. Tenga cuidado de no cortarse.
8. Retirar la carne. Una vez abierta la concha, utiliza el cuchillo para retirar la carne de la almeja. Deseche las cáscaras.
9. Repita los pasos 7 y 8 para todas las almejas.
10. Las almejas ya están listas para usar en tu receta de sopa.
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