1. Elija un lugar fresco y seco. El mejor lugar para almacenar jamones curados es un lugar fresco y seco, como una despensa, una bodega o una vinoteca. Lo ideal es almacenarlo entre 55 y 60 grados Fahrenheit.
2. Mantener el jamón envuelto. Los jamones curados deben conservarse bien envueltos en su embalaje original o en film transparente para evitar que se sequen.
3. Cuelga el jamón. Si es posible, colgar el jamón también es una excelente forma de guardarlo. Esto permite que el aire circule alrededor del jamón y ayuda a prevenir el crecimiento de moho.
4. No refrigerar. Refrigerar los jamones curados puede hacer que pierdan su sabor y textura.
5. Revisa el jamón periódicamente. Es importante revisar el jamón con regularidad para detectar signos de deterioro, como moho, decoloración o viscosidad. Si notas alguno de estos signos, desecha el jamón inmediatamente.
6. Utilizar el jamón dentro del plazo recomendado. Los jamones curados suelen tener una vida útil de 6 a 12 meses. Sin embargo, siempre es mejor consultar las recomendaciones del fabricante para el jamón específico que hayas comprado.
Siguiendo estos consejos podrás conservar los jamones curados de forma segura y disfrutar de su delicioso sabor durante semanas o incluso meses.
Source:https://hogar.98905.com/housekeeping/laundry/1008137446.html