1. Apague la alimentación. Apague la lámpara en el disyuntor o caja de fusibles. Esto es importante para evitar descargas eléctricas.
2. Quitar bombillas . Afloje los tubos fluorescentes o gírelos en el sentido contrario a las agujas del reloj y retire las bombillas incandescentes. Deja los bulbos a un lado en un lugar seguro.
3. Ubique los tornillos que sujetan la cubierta de la luz en su lugar. Por lo general, estarán en los lados o en los bordes de la cubierta, pero esto puede variar según el tipo de lámpara. Si no puede encontrar fácilmente los tornillos, es posible que estén ocultos detrás de un anillo decorativo que deberá quitar primero.
4. Retire los tornillos. Utilice un destornillador para aflojar y quitar los tornillos.
5. Retire con cuidado la cubierta de la luz. Una vez que haya quitado los tornillos, debería poder tirar suavemente la cubierta de la luz hacia abajo y sacarla de la lámpara.
6. Limpia la cubierta de la luz. Mientras la tapa de la luz está apagada, aprovecha para limpiarla. Puede utilizar un paño suave humedecido con agua o una solución limpiadora suave.
7. Vuelva a colocar la cubierta de la luz. Una vez que la cubierta de la luz esté limpia, vuelva a colocarla en su lugar y asegúrela con los tornillos.
8. Enciende la corriente. Vuelva a encender la lámpara del disyuntor o la caja de fusibles.
9. Pon a prueba tu trabajo. Encienda la luz y asegúrese de que la cubierta de la luz esté segura y que las bombillas funcionen correctamente.
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