Un “vaso zombie” recibe su nombre porque hace que una persona se parezca un poco a un no-muerto. Llene el vaso con un líquido rojo sangre (tal vez un daiquiri de fresa u otro cóctel de frutas) y luego cúbralo con un poco de crema. El vaso tiene varias hendiduras, diseñadas para contener pequeños cubitos de hielo. Mientras bebes, los cubitos de hielo se deslizan lentamente hacia el líquido. La idea es que la crema mantenga los cubitos de hielo subiendo y bajando por la superficie de la bebida, como si estuvieran subiendo en busca de aire. De ahí el cristal zombie.
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