1. Aproximadamente el consejo: Rasca o raspa suavemente la punta de la cerilla contra una superficie rugosa, como el costado de una caja de cerillas o papel de lija. Esto aumenta la superficie de la punta, lo que le permite encenderse más rápidamente y arder durante más tiempo.
2. Remojo en cera: Sumerge la punta de la cerilla en cera derretida o cera de vela. Esto crea una fina capa de cera alrededor de la punta, lo que ralentiza el proceso de combustión y prolonga el tiempo de combustión.
3. Utilizando una fuente de calor: Antes de encender la cerilla, sostenga la punta cerca de una fuente de calor, como la llama de una vela o un encendedor, durante unos segundos. Esto precalienta la punta y ayuda a que se encienda más fácilmente, lo que resulta en una combustión más prolongada.
4. Ahuecamiento: Una vez encendida la cerilla, coloque la mano alrededor de la llama para protegerla del viento o las corrientes de aire. Esto ayuda a mantener una llama constante y evita que la cerilla se apague rápidamente.
5. Golpear correctamente: Golpee la cerilla con firmeza y decisión contra una superficie de golpe designada. Un golpe adecuado asegura un buen encendido y una llama más duradera.
6. Evitar la humedad: Mantenga las cerillas alejadas de la humedad y guárdelas en un lugar seco. Las cerillas húmedas o mojadas tienden a arder más rápido y es posible que no se enciendan correctamente.
Siguiendo estos consejos, podrás prolongar el tiempo de combustión de tus cerillas y disfrutar de una llama más duradera.
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