1. Utilice baño maría. Esta es la forma más eficaz de mantener caliente la salsa holandesa, ya que evita que la salsa entre en contacto directo con la fuente de calor. Para usar un baño maría, llene el fondo de una olla grande con agua y déjela hervir a fuego lento. Coloque una cacerola más pequeña o un recipiente resistente al calor sobre el agua hirviendo, asegurándose de que el fondo del recipiente no toque el agua. Agrega la salsa holandesa al bol y revuelve constantemente hasta que esté completamente caliente.
2. Coloca la holandesa en un termo. Un termo es una excelente opción si necesitas mantener caliente la salsa holandesa durante un período de tiempo más largo. Simplemente vierte la holandesa en el termo y cierra la tapa. La holandesa se mantendrá caliente durante varias horas.
3. Mantenga la holandesa en un lugar cálido. Si no tienes baño maría o termo, también puedes mantener caliente la holandesa colocándola en un lugar cálido. Esto podría ser en la parte trasera de la estufa, en un horno caliente o sobre una almohadilla térmica. Asegúrate de revolver la holandesa de vez en cuando para evitar que se separe.
4. Remueve la salsa holandesa constantemente . Revolver la salsa evita que se separen las grasas de las yemas de huevo y la mantequilla.
5. Añade agua caliente si la salsa espesa demasiado . La salsa holandesa debe tener una consistencia cremosa. Si se vuelve demasiado espeso, puedes agregar un poco de agua caliente para diluirlo.
Si sigue estos consejos, podrá mantener su salsa holandesa caliente y deliciosa durante horas.
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