1. Protección:
Use guantes y asegúrese de que el área esté bien ventilada.
2. Identificar el moho:
Localiza el molde. Si está en superficies distintas al fregadero, también necesitarán atención.
3. Cree una solución de limpieza:
Mezcla partes iguales de vinagre blanco y bicarbonato de sodio. Esta solución natural es eficaz contra el moho sin productos químicos agresivos.
4. Aplicar pasta limpiadora:
Aplique la pasta en las áreas con moho, asegurándose de cubrir toda la superficie. Déjalo reposar durante al menos 30 minutos.
5. Exfoliante:
Después de 30 minutos, utilice un cepillo suave para frotar suavemente las superficies afectadas. La pasta debe levantar el molde.
6. Enjuague y Seque:
Enjuague bien el fregadero y las áreas circundantes con agua. Utilice un paño seco o una toalla de papel para secar todo.
7. Repetir:
Si es necesario, repita los pasos 3 a 6 hasta eliminar todo el moho visible.
8. Abordar las causas subyacentes:
El moho generalmente crece en áreas húmedas, por lo que es esencial solucionar cualquier fuga o problema de humedad. Revise el fregadero y el grifo en busca de fugas y séllelos si es necesario. Instale un ventilador para mejorar la ventilación.
9. Desinfección:
Vierta vinagre blanco sin diluir en el desagüe y déjelo reposar durante 30 minutos. Esto ayuda a matar cualquier moho residual.
10. Limpieza periódica:
Para evitar el crecimiento futuro de moho, mantenga el fregadero limpio y seco. Límpielo regularmente con un paño húmedo y use bicarbonato de sodio y vinagre para la limpieza de rutina.
Recuerde, si tiene problemas de moho extensos o persistentes, puede ser necesario consultar a un profesional para recibir un tratamiento completo y estrategias de prevención.
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