1. Enfríe el mini barril. Es mejor servir los mini barriles fríos, así que asegúrese de enfriarlos durante al menos 24 horas antes de abrirlos.
2. Desinfectar el grifo. Antes de empezar a golpear el barril, es importante desinfectar el grifo para evitar la contaminación. Puedes hacerlo limpiando el grifo con un paño limpio y húmedo y luego rociándolo con una solución desinfectante.
3. Conectar el depósito de CO2. El siguiente paso es conectar el tanque de CO2 al barril. Para hacer esto, simplemente conecte el tanque de CO2 al regulador y luego encienda el regulador. El regulador ayudará a controlar la presión del gas CO2.
4. Toca el barril. Una vez que el tanque de CO2 esté conectado, puedes comenzar a tocar el barril. Para ello, simplemente introduzca el grifo en el orificio del barril. Es posible que necesites usar un martillo para golpear el grifo.
5. Abre el grifo. Una vez que el grifo esté en su lugar, puedes abrirlo para comenzar a servir la cerveza.
A continuación se ofrecen algunos consejos adicionales para abrir un mini barril:
- Tenga cuidado de no llenar demasiado el vaso. Los mini barriles están presurizados, por lo que la cerveza puede salir rápidamente.
- Si no vas a beber toda la cerveza del barril, asegúrate de cerrar bien el grifo para evitar que la cerveza se desinfle.
- Los mini barriles se disfrutan mejor frescos, así que trate de beber la cerveza unos días después de abrirla.
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