1. Congelación:
- Recortar y limpiar los puerros, eliminando las partes dañadas.
- Cortar los puerros en los tamaños deseados, como rodajas o aros.
- Blanquear los puerros colocándolos en agua hirviendo durante 1-2 minutos y luego transfiriéndolos inmediatamente a un baño de hielo. Esto ayuda a preservar el color y la textura.
- Escurrir los puerros y secarlos.
- Coloca los puerros en recipientes herméticos aptos para el congelador o en bolsas selladas al vacío.
- Etiquetar y congelar hasta por 12 meses.
2. Secado:
- Lavar y limpiar bien los puerros.
- Cortar los puerros en rodajas finas o en aros para favorecer un secado más rápido.
- Distribuya los puerros uniformemente en una bandeja para horno forrada con papel pergamino.
- Coloque la bandeja para hornear en un lugar cálido, seco y bien ventilado. Alternativamente, puede usar un horno a una temperatura muy baja (120-135°F / 50-57°C) con la puerta entreabierta.
- De vez en cuando, voltee los puerros para asegurar un secado uniforme.
- El tiempo de secado puede variar en función de la humedad ambiental y del grosor de los puerros.
- Una vez que los puerros estén completamente secos y quebradizos, guárdalos en recipientes herméticos en un lugar fresco y oscuro.
- Los puerros secos se pueden utilizar en sopas, guisos o como condimento.
3. Decapado:
- Limpiar y pelar los puerros, luego cortarlos a lo largo en tiras.
- En una olla grande, combine vinagre (como vinagre blanco, vinagre de sidra de manzana o vinagre de arroz), agua, azúcar, sal y las especias de su elección (por ejemplo, semillas de mostaza, semillas de eneldo y hojas de laurel).
- Llevar la mezcla a ebullición, revolviendo de vez en cuando para disolver el azúcar y la sal.
- Añade las tiras de puerro al líquido hirviendo y cocina durante unos 5-7 minutos, o hasta que estén tiernas pero aún crujientes.
- Utilizar tarros o biberones esterilizados y envasar bien los puerros. Vierta el líquido de encurtido caliente sobre los puerros, asegurándose de que queden completamente cubiertos.
- Cierra los frascos o botellas y déjalos enfriar completamente a temperatura ambiente.
- Guarde los puerros encurtidos en un lugar fresco y oscuro hasta por 6 meses.
4. Fermentación:
- Limpiar y cortar los puerros en trozos pequeños.
- En un recipiente grande de vidrio o cerámica mezclamos los puerros con sal y masajeamos para que suelten su jugo.
- Añade suficiente agua para cubrir los puerros y presiónalos con pesas (por ejemplo, pesas de fermentación, un plato pequeño o una jarra llena de agua).
- Cubra el recipiente con un paño o tapa y guárdelo en un lugar fresco y oscuro durante 1-2 semanas, dependiendo del nivel de fermentación deseado.
- Una vez completada la fermentación guardar los puerros en un recipiente hermético en el frigorífico. Los puerros fermentados pueden durar varios meses.
Recuerde, el saneamiento es fundamental a la hora de conservar los puerros para evitar su deterioro y contaminación. Utilice siempre equipos limpios y frascos o recipientes esterilizados al encurtir o fermentar. Ajuste las recetas según sus preferencias gustativas y etiquete siempre los puerros en conserva con fechas y contenidos.
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