1. Debilidad estructural :Clavar en la ranura puede crear un punto débil en el piso, haciéndolo más susceptible a agrietarse, partirse o pandearse con el tiempo. La ranura es una parte relativamente delgada y delicada del piso, y clavar un clavo en ella puede comprometer su estabilidad estructural.
2. Daño a la lengua :Introducir un clavo en la ranura también puede dañar la lengüeta de la tabla adyacente, que encaja en la ranura para crear una conexión perfecta entre las tablas. Si la lengüeta está dañada, es posible que no encaje correctamente, lo que provocará huecos e irregularidades en el suelo.
3. Anulación de la garantía :Muchos fabricantes de pisos de madera tienen pautas de instalación específicas que prohíben clavar en la ranura. Al hacerlo, corre el riesgo de anular la garantía proporcionada por el fabricante, dejándolo responsable de cualquier daño o reparación que pueda ocurrir.
En lugar de clavar en la ranura, se recomienda utilizar métodos de instalación aprobados, como:
- Clavado de cara :Esto implica clavar a través de la cara de la tabla en ángulo, asegurándose de que los clavos entren en el contrapiso y no en la ranura.
- Clavado a ciegas :Esta técnica consiste en clavar la lengüeta de la tabla en ángulo, dirigiendo el clavo hacia el subsuelo sin dañar la ranura.
- Grapado :Algunos pisos de madera se pueden instalar usando una grapadora para pisos, que introduce grapas en el contrapiso a través de la lengüeta de la tabla.
Siga siempre las instrucciones y recomendaciones de instalación del fabricante para garantizar la longevidad y la integridad de su piso de madera. Si no está seguro del método adecuado, consulte con un instalador de pisos profesional o busque orientación del fabricante.
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